domingo, 11 de mayo de 2014

La asombrosa capacidad de los dinosaurios para curarse de fracturas óseas

Los dinosaurios dominaron el mundo en su época. Es fácil asumir que para conseguirlo debían poseer cualidades sobresalientes, que les daban ventaja sobre todas las demás formas de vida que pudieron competir contra ellos. Una de esas cualidades, puesta de manifiesto en un nuevo estudio, fue una increíble capacidad de sus huesos para recuperarse por sí mismos de fracturas óseas extremas, que en su equivalente humano nos matarían si no recibiéramos a tiempo el tratamiento médico necesario.

El equipo de Phil Manning, Jennifer Anné y Roy Wogelius, de la Universidad de Manchester en el Reino Unido, se ha valido de las más avanzadas técnicas de obtención de imágenes para examinar las señales de fracturas en los huesos fosilizados de un dinosaurio depredador de 150 millones de años.

Este novedoso trabajo, para el que se han utilizado técnicas de captación de imágenes mediante luz de sincrotrón, arroja nueva información sobre el proceso de curación que se desarrollaba en huesos como los examinados cuando esas impresionantes bestias aún vivían.


La investigación, realizada en colaboración con otros científicos, incluyendo especialistas de la Universidad Temple en la ciudad estadounidense de Filadelfia, el Laboratorio del Acelerador Nacional estadounidense SLAC, en Menlo Park, California, y Diamond Light Source (la instalación nacional británica de radiación sincrotrón), ha sido posible gracias a que en los huesos de dinosaurio a veces se conservan indicios de traumatismos, enfermedades y señales posteriores de curación. Los huesos pueden absorber un amplio abanico de elementos y por tanto son un importante "depósito" corporal de elementos traza o micronutrientes como el cobre, el estroncio y el zinc, todos esenciales para funciones biosintéticas como la curación ósea. Estos elementos traza se encuentran en niveles elevados alrededor de los lugares donde los huesos se están reparando, y pueden a veces indicar en qué puntos dichos huesos se rompieron y se volvieron a soldar durante la vida de un animal. Cómo sanan los huesos y cuán rápido lo hacen depende de factores fisiológicos como el metabolismo y la respuesta inmunitaria, además de, por supuesto, una adecuada alimentación. Estudios recientes han mostrado que la composición química se puede preservar en fósiles.

Los autores de la nueva investigación se sorprendieron al encontrar que los dinosaurios que analizaron mediante luz de sincrotrón habían sufrido a menudo heridas brutales que hubieran sido fatales en humanos en caso de no ser tratadas. En palabras de Manning, parece que los dinosaurios desarrollaron una espléndida serie de mecanismos de defensa para ayudar a regular la curación de heridas.

Muchos de los dinosaurios carnívoros examinados mostraban huellas inequívocas de que en vida sufrieron cuantiosas lesiones severas, de las que asombrosamente se recuperaron. En su versión humana, como hemos dicho, la mayoría de esas lesiones mataría a una persona si no recibiera tratamiento médico a tiempo.

El estudio también es un magnífico ejemplo de que aún existe una gran cantidad de nueva información que puede ser recogida a partir de especímenes procedentes de colecciones en museos.


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