domingo, 4 de mayo de 2014

Por consumir más pescado, en Japón hay mejor salud cardiaca que en otros países

Comer pescado en cantidades comparables a como lo hace la población de Japón parece aportar un factor protector contra las enfermedades cardíacas, de acuerdo con los resultados de un estudio internacional financiado por los Institutos Nacionales estadounidenses de la Salud (NIH) y dirigido desde la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos.

Se ha constatado que los hombres japoneses de mediana edad que viven en Japón tienden a tener una menor incidencia de calcificación de las arterias coronarias, un predictor de enfermedad cardíaca, que los hombres de mediana edad que viven en Estados Unidos. Esto se debe, probablemente, al consumo mucho mayor de ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado.

En el pasado, se han realizado múltiples estudios intentando discernir el efecto del aceite de pescado en la salud cardiovascular, con resultados ambiguos.

La nueva investigación, llevada a cabo por el equipo del Dr. Akira Sekikawa, indica aparentemente que el nivel de ácidos grasos omega-3 de origen marino que se debe consumir para obtener una protección cardiaca substancial es superior al nivel que hasta ahora se creía óptimo.

Los ácidos grasos omega-3 de origen marino, los cuales se encuentran en el pescado, y en especial en el pescado azul (pescado graso), pero también en calamares y en el krill, pueden ayudar a reducir la inflamación y a enlentecer la formación de placas de grasa en arterias.


El grupo de investigadores de la citada universidad, y de otras entidades en Estados Unidos y en Japón, hizo un seguimiento de salud y hábitos alimentarios a cerca de 300 hombres durante cinco años, vigilando múltiples factores que afectan a la salud cardiovascular, incluyendo el fumar cigarrillos, el nivel de colesterol en sangre y el consumo de alcohol, así como las tasas de diabetes y de presión arterial alta.

Aún teniendo en cuenta los factores de riesgo de enfermedad cardíaca, los hombres de Estados Unidos presentaban una incidencia de calcificación de arterias coronarias tres veces mayor que la de los hombres japoneses. En cuanto a los niveles de ácidos grasos omega-3 de origen marino en la sangre, eran más de un 100 por cien más altos en los japoneses que en los estadounidenses.

La vasta diferencia entre unos y otros hombres en la incidencia de enfermedades cardíacas y en los niveles de ácidos grasos omega-3 de origen marino no se debe a factores genéticos, ya que cuando el equipo del Dr. Sekikawa examinó los resultados de los análisis hechos a estadounidenses de origen japonés, se constató que sus niveles de calcificación arterial no eran inferiores a los del resto de la población estadounidense; de hecho eran incluso más elevados.

En promedio, el consumo de pescado de los japoneses que viven en Japón es de cerca de 100 gramos por día. En cambio, los estadounidenses comen, en promedio, entre 7 y 13 gramos de pescado por día.

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