Las impresoras 3D están despegando y en medicina no se están quedando atrás. Ahora, un grupo de estudiantes de ingeniería química de la Universidad de Connecticut (EEUU) ha logrado mediante impresión 3D desarrollar dos prototipos de un riñón artificial.
Este avance puede ser una inmejorable vía alternativa a la diálisis o el trasplante de órganos, siendo la primera una solución temporal y costosa, y la segunda un problema, debido a la gran demanda de este tipo de órganos.
"El objetivo del proyecto de diseño era conseguir que estos estudiantes combinaran la última tecnología y sus conocimientos de ingeniería química aprendidos en sus cuatro años de universidad, para resolver un problema técnico que marcaría un antes y un después”, afirma el profesor Anson Ma, responsable de los estudiantes.
Dicho y hecho. Los estudiantes crearon un dibujo de la parte exterior de un riñón artificialutilizando el software AutoCAD y luego trasladaron el modelo a la impresora 3D. El riñón se creó con un tamaño de 12 centímetros de largo por 6 de diámetro, lo que simboliza el tamaño medio de un riñón adulto.
Los estudiantes explican que sólo pudieron crear la “cáscara” del riñón, porque el nivel de impresión en 3D actual no es lo suficientemente precisa como para imprimir una estructura en la que pueda filtrarse la sangre.
“Las membranas de fibra hueca se instalarán en el interior para hacer la función de filtración . El riñón entonces será sellado. Además, se distribuirá un líquido en el exterior de las membranas, en el interior de la “cáscara”, que causará el flujo de componentes en la sangre. El exterior de la cáscara se puede usar como un sustrato para el crecimiento de material biológico para facilitar la integración en el cuerpo”, afirma Anson Ma.
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