Hace un par de años surgieron tablets y móviles con pantallas con efecto 3D similares a las utilizadas en los televisores, de modo que en ellos se podían reproducir vídeos y películas y visualizar juegos con imágenes en 3D. También algunos de esos dispositivos eran capaces de grabar vídeo y de tomar fotografías con efecto 3D gracias al uso de dos cámaras situadas en paralelo.
Pero si los televisores 3D fueron recibidos con frialdad por el público, aquellos dispositivos móviles ni siquiera fueron recibidos. Desaparecieron prácticamente antes de ponerse a la venta de forma masiva.
Pero si los televisores 3D fueron recibidos con frialdad por el público, aquellos dispositivos móviles ni siquiera fueron recibidos. Desaparecieron prácticamente antes de ponerse a la venta de forma masiva.
La cámara del móvil se convierte en un escáner 3D
Desde hace un tiempo, sin embargo, están surgiendo métodos y tecnologías que proporcionan visión tridimensional a los dispositivos móviles. No se trata únicamente de imagen con efecto 3D (como es el 3D de los televisores), sino que según el caso se trata de 3D 'real' en la que se captura y aprecia la profundidad de una escena y en la que el software 'entiende' la individualidad de los objetos y distingue los distintos planos. Dicho de otro modo: la cámara del móvil se convierte en un escáner 3D.
De la cámara del móvil a la impresora 3D
Que la cámara del móvil pueda 'entender' la tridimensionalidad del entorno amplía las aplicaciones y posibilidades de los juegos de realidad aumentada y de visualizar información e imágenes virtuales superpuestas en una imagen del mundo real. En un sentido más amplio supone un avance en la visión artificial y por extensión en el desarrollo de la inteligencia artificial y de la robótica.
Que la cámara del móvil sirva como un escáner 3D amplía aún más si cabe las posibilidades y aplicaciones de las impresoras 3D. Sobre el papel esta combinación permitiría capturar un objeto real con la cámara del teléfono móvil y reproducirlo físicamente en una impresora 3D que esté en el otro extremo del mundo. O incluso que esté fuera de este mundo.
Pero para que la cámara pueda funcionar como un escáner 3D tiene que entender la profundidad de la escena que está viendo. Esto puede hacerse solo por software, de forma un poco más tosca pero aprovechando las cámaras convencionales. O pueden emplearse cámaras polidióptricas capaces de capturar una misma imagen con diferentes puntos de enfoque simultáneamente, según la profundidad de la escena.
Recientemente Pelican Imaging, fabricante de cámaras polidióptricas, mostró las posibilidades de esta tecnología en conjunción con la grabación de vídeo o de fotografías en secuencia para capturar una escena real desde todos sus ángulos. Se trata de capturar a una pareja de novios bailando en su boda para, a partir de la información capturada, imprimir una figura 3D de ellos con los que coronar la tarta. El vídeo promocional se puede ver en YouTube, tomándolo como una declaración de intenciones más que como una demostración de aplicación real. Aunque es verdad que ya hoy en día es posible imprimir esas figuras a partir de una fotografía.
Por otro lado Structure Sensor es un accesorio para móviles y tabletas que se acopla junto a la cámara del dispositivo. De este modo suministra información adicional a la imagen que captura la cámara del móvil, añadiendo la visión de infrarrojos (la cámara del móvil puede ver en la oscuridad) e información sobre la profundidad de la escena.
Según los desarrolladores de Structure Sensor es posible escanear una habitación completa recorriéndola con el sensor adaptado al móvil o a la tableta. También puede escanear objetos individuales y, al funcionar en combinación con la cámara convencional, capturar simultáneamente las texturas y los colores. El archivo resultante se puede visualizar y procesar con programas de CAD y 3D convencionales.
Que la cámara del móvil sirva como un escáner 3D amplía aún más si cabe las posibilidades y aplicaciones de las impresoras 3D. Sobre el papel esta combinación permitiría capturar un objeto real con la cámara del teléfono móvil y reproducirlo físicamente en una impresora 3D que esté en el otro extremo del mundo. O incluso que esté fuera de este mundo.
Pero para que la cámara pueda funcionar como un escáner 3D tiene que entender la profundidad de la escena que está viendo. Esto puede hacerse solo por software, de forma un poco más tosca pero aprovechando las cámaras convencionales. O pueden emplearse cámaras polidióptricas capaces de capturar una misma imagen con diferentes puntos de enfoque simultáneamente, según la profundidad de la escena.
Recientemente Pelican Imaging, fabricante de cámaras polidióptricas, mostró las posibilidades de esta tecnología en conjunción con la grabación de vídeo o de fotografías en secuencia para capturar una escena real desde todos sus ángulos. Se trata de capturar a una pareja de novios bailando en su boda para, a partir de la información capturada, imprimir una figura 3D de ellos con los que coronar la tarta. El vídeo promocional se puede ver en YouTube, tomándolo como una declaración de intenciones más que como una demostración de aplicación real. Aunque es verdad que ya hoy en día es posible imprimir esas figuras a partir de una fotografía.
Por otro lado Structure Sensor es un accesorio para móviles y tabletas que se acopla junto a la cámara del dispositivo. De este modo suministra información adicional a la imagen que captura la cámara del móvil, añadiendo la visión de infrarrojos (la cámara del móvil puede ver en la oscuridad) e información sobre la profundidad de la escena.
Según los desarrolladores de Structure Sensor es posible escanear una habitación completa recorriéndola con el sensor adaptado al móvil o a la tableta. También puede escanear objetos individuales y, al funcionar en combinación con la cámara convencional, capturar simultáneamente las texturas y los colores. El archivo resultante se puede visualizar y procesar con programas de CAD y 3D convencionales.
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